Eclipse de luna


Eclipse de luna


El único eclipse lunar de este año tendrá lugar el 20/21 de febrero. Podrá ser observado en toda Sudamérica, en gran parte de Norteamérica, en Europa occidental y África. Será el fenómeno astronómico más notable del año 2008 y el mejor en términos de visibilidad desde el año 2003.

El eclipse se presenta en América Latina en un horario muy accesible, concretamente en horas tempranas de la noche.

Los eclipses lunares totales son eventos relativamente poco comunes, que se producen mayoritariamente dos veces al año. Esto se debe a que dependen de la perfecta alineación en un mismo plano del Sol, la Tierra y la Luna.



Desde el punto de vista de la Tierra, existen únicamente dos puntos (llamados “nodos”) en los cuales las órbitas del sol y la luna se intersectan. Si la luna está llena en el momento en que ésta y el sol alinean sus nodos, se producirá un eclipse total.

Durante el punto medio del eclipse, los observadores pueden llegar a notar que la luna adquiere un tono rojo oscuro. Esta “luna de sangre” se produce durante el auge del eclipse. La luz solar se refracta a medida que pasa a través de la atmósfera de la Tierra. El polvo y la polución presentes en la atmósfera filtran las radiaciones más altas, por lo que únicamente las ondas de color rojo mas bajas de la luz solar tienen la posibilidad de atravesar la atmósfera. Esta luz es la que pasa a través de la Tierra e ilumina la luna, tiñéndola con este particular color.

Los eclipses son sencillos de predecir y los almanaques generalmente incluyen fechas y horarios de los mismos desde hace cientos de años. Una de las leyendas relacionadas con la predicción de los eclipses involucra a Cristóbal Colón. Durante su primer viaje al Nuevo Mundo, su embarcación fue seriamente dañada. Atracó en la bahía de Santa Ana, en Jamaica, y pasó allí más de un año esperando la ayuda de sus compatriotas.

A su llegada, los jamaiquinos se mostraron muy amables, brindando a Colón y a su tripulación alimento y refugio. La tripulación de Colón se aprovechó de esta generosidad y los lugareños decidieron retirarles su ayuda. Con su tripulación a punto de atacar a los isleños para tomar por la fuerza lo que necesitaban, Colón solicitó una reunión con los jefes de la isla.

En el atardecer del 29 de febrero de 1504, Colón y los líderes de la isla se reunieron. El navegante les informó que los dioses estaban enojados con ellos por su decisión de dejar de ayudar a los marineros y que por lo tanto iban a demostrar su descontento borrando la luna del cielo.

Colón llevaba un almanaque con él. Cuando la luna llena se elevó en el cielo, los jefes jamaiquinos desestimaron las afirmaciones de Colón. Pero entonces, tal y como él sabía de antemano, comenzó el eclipse total.

Sin duda alguna, todos habían visto eclipses anteriormente. Sin embargo, el hecho de que Colón pudiera provocar uno de estos fenómenos según su propia voluntad aterrorizó a los lugareños. Le suplicaron que detuviera el eclipse y le ofrecieron cualquier cosa que pidiera a cambio.

Colon se retiró a “considerar la oferta” y regresó en el momento en que el eclipse llegaba a su fin, afirmando que estaba de acuerdo con el ofrecimiento. También comentó que había solicitado a los dioses que regresaran la luna al cielo, la cual ya casi había vuelto a obtener su luz y brillo habitual.


Fuente

Recent Posts

Twitter Update

Featured Video